¡El viento del norte nos trae noticias tranquilizadoras esta semana!

Como saben, el equipo recientemente tuvo algunos problemas graves con el equipamiento. Las canoas sufrieron daños bastante graves, por lo que los muchachos tuvieron que realizarles una operación de reparación importante.

Si sigues nuestros boletines, sabrás que el último terminó con una nota bastante incierta sobre el futuro de las canoas.

Sin embargo, las buenas noticias viajan rápido y las reparaciones se están llevando a cabo muy bien. Sus reparaciones de bricolaje van tan bien que los chicos han decidido no buscar barcos nuevos para la siguiente sección de canoas.

Jean-François (contacto de seguridad de la expedición) acaba de enviar los 200 kg de alimentos a Baker Lake (junto con los productos para su reabastecimiento). En el próximo reabastecimiento, simplemente se tomarán el tiempo para solidificar aún más sus reparaciones.

¡Todo está bajo control!

Más buenas noticias: ¡el verano finalmente ha llegado a nuestro equipo de expedición! El hielo está completamente derretido, los mosquitos acaban de aparecer (pronto serán legión), la temperatura está entre 15 y 20 grados y el sol está radiante.

El deshielo contribuyó en gran medida a la terrible ola de calor que azotó el oeste del país. Gracias a esto, los muchachos pudieron evitar la mayor parte de las inundaciones, que repentinamente se produjeron en el río Back mientras, como les dije, pasaban por alto ciertas secciones del mismo.

Esto les salvó de tener que lidiar con la impredecible ruptura del río. Una vez que los exploradores regresaron al río Back después de rodearlo, encontraron un río majestuoso y caudaloso que los obligó, una vez más, a reclinarse en su pequeñez como humanoides. Lo recordarán toda su vida.

Sin embargo, sólo pudieron disfrutar de este espectáculo durante 30 kilómetros ya que rápidamente tuvieron que tomar el río Montrésor para continuar su viaje en la dirección correcta.

La navegación resultó muy técnica, implicó muchos desvíos, transiciones y, por tanto, jornadas más largas. Tenían que ser muy adaptables para conseguir todo el kilometraje que quisieran en un río tan original.

Ahora están en el río Meadowbank, donde pescan regularmente para cenar.

Nicolas, Etienne y Philippe también subieron a la montaña Meadowbank, de 200 metros de altura. Ahora bien, esto no es muy alto en términos absolutos, pero sí alto para la geografía del territorio, que en general es llano.

Encontraron antiguos sitios de ocupación inuit, sitios para tiendas de campaña, círculos rocosos e incluso artefactos en la montaña, incluida una herramienta tallada en el hueso de una pata de caribú.

Por supuesto, dejaron todo atrás y anotaron la ubicación para compartir la información con las comunidades inuit involucradas.

Con todo ello, el equipo de expedición estará en Baker Lake, la siguiente estación de aprovisionamiento, en unos 10 días.

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