La semana anterior, el equipo de expedición AKOR se despidió de Jacob, en quien encontraron a un gran hombre y un gran amigo. Su misión de ayudar a los hombres durante la parte de esquí de la expedición está completa, ¡y podemos decir con seguridad que fue un éxito!

El equipo da ahora la bienvenida a su viaje a Etienne y Philippe, sus viejos amigos y aventureros probados. Durante su semana de descanso, concedieron entrevistas, obtuvieron información sobre el territorio circundante de los cazadores-tramperos de Gjoa Haven y descubrieron la cultura inuit y la historia de la ciudad.

Guillaume y Nicolas sienten que comienza una nueva expedición: ha llegado la primavera y con ella los gansos. Se abandonan los esquís en favor de las canoas. El equipo acuático reemplaza a los abrigos de invierno. La comida deshidratada deja paso (un poco) a la comida fresca. Desde osos polares y zorros árticos hasta osos pardos y lobos.

Un nuevo comienzo, nuevos compañeros, un nuevo territorio: ¡aquí vamos de nuevo!

El tramo que les espera será muy diferente a los anteriores. Comenzarán arrastrando sus dos canoas sobre el hielo hasta llegar a tierra firme y navegar por los ríos descongelados.

A un ritmo de 25 kilómetros diarios, esperan llegar al lago Baker (aún en Nunavut), el siguiente punto de suministro, en 35 días.

La llegada de Etienne y Philippe a la expedición es un tremendo viento de motivación para nuestra hermosa pandilla de aventureros. Después de sólo 3 días tirando de las canoas sobre el hielo, el espíritu de equipo ya se ha afianzado.

Los dos primeros días de esta tercera sección de la expedición fueron un gran momento para Nicolas y Guillaume. Tocaron el continente por primera vez en 66 días de avance, para su gran alivio.

Ahora duermen en el continente porque el hielo ya no les permite acampar. Cada vez se filtra más agua sobre él.

Sin embargo, si acampar en el hielo supone un obstáculo, tirar de las canoas durante el día es una gran ventaja: se desliza. No es un problema tener los pies mojados porque ahora están equipados como auténticos anfibios.

El hielo se está derritiendo como loco, animado por el clima cálido (hasta 8 grados con sol). También es mucho más fácil conseguir agua potable porque no tienen que derretir hielo. Sólo les queda tratar químicamente el agua recogida de los charcos.

Desde su partida, el clima ha sido muy templado. Hay poco viento, mucho sol y lluvias ocasionales. Etienne y Philippe incluso bromearon con nosotros diciendo que no creían a Nicolas y Guillaume cuando les decían que los vientos a veces eran extremos.

Su progreso es excelente. Los hombres recorrieron 18 km en su primer día, menos que los demás porque era el día que tenían que abandonar Gjoa Haven. Actualmente tienen una media de 21 km/día. Debido al excelente clima, comieron y prepararon su primera comida fuera de la tienda desde Eureka. Están emocionados por ello.

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